martes, 10 de noviembre de 2009

EL PODER DE LA DETERMINACIÓN.

Desde que era una niña me di cuenta de que si cerraba los ojos y deseaba fuertemente algo, ocurría. Esto no es algo muy distinto de lo que muchos niños hacen o piensan. Pero se puede caer en el error de pensar que esto es ingenuidad, que es propio de la edad infantil y que para "crecer" es necesario ser "realista". Con el paso de los años me fui dando cuenta de que la realidad la construimos nosotros con nuestros pensamientos y fui haciendo oídos sordos a aquellas voces que intentaban convencerme de lo contrario. A estas alturas, mis padres ya me dejan con "mis ideas" porque saben que es inútil alejarme de mis intuiciones. Esto no quiere decir que nunca me haya equivocado, ni mucho menos (me entra la risa sólo de pensar la de veces que me he dado de bruces contra algo, jajajaja). Pero al menos sí sé que siempre que he cometido un error ha sido por mí misma y eso me ayuda a no perder la fe y seguir escuchando mi corazón, pues soy consciente de que de los errores se aprende, y hoy en día, en vez de regañarme cuando meto la pata, me doy una sonrisa y me pregunto ¿podemos seguir ya?
No hay que confundir imprudencia con determinación. No se trata de hacer lo primero que pasa por la cabeza (empezaría a asustarme y a pensar si tengo algún trastorno de manía, jeje); se trata de estar en sintonía con uno mismo y ver las oportunidades cuando aparecen, y cuando no están al alcance de la vista buscarlas con la intuición. No sé exactamente cómo explicarlo (las veces que lo he hecho, o me toman por una enferma de optimismo patológico o no me toman muy en serio), pero hasta esto se convierte en un reto para mí y mi respuesta es "pues ya lo verás". No sé si es obstinación, pero es mi "don" y la gente a mi alrededor lo sabe. A menudo me piden que piense en algo para que ellos lo consigan, pero no lo comprenden, no saben que la fuerza no hay que buscarla fuera, en los otros, sino en uno mismo. Si crees en algo bueno para ti, ¿por qué no va a ser cierto?
En cierta ocasión, recuerdo que no me renovaron el contrato como cajera de un supermercado. Dependía de ese trabajo para pagar la matrícula de la facultad. A los pocos días, estando en una cafetería con mi madre y hablando de dónde podría encontrar un nuevo trabajo que se ajustara a los horarios de mis estudios tuve un presentimiento, me quedé mirando al camarero y le pregunté si buscaban personal. Me dijo que no, que en ese momento la plantilla estaba completa. Aún así no podía dejar de pensar en dicha cafetería y en aquel impulso tan certero que había tenido. Fui a casa a por un curriculum y volví. Se lo di al camarero "por si acaso" y al salir de allí le dije a mi madre, ante su mirada incrédula, que yo iba a trabajar allí. Dos meses más tarde me contrataron.

Esta mañana me he levantado con el ánimo un poco bajo. He estado dudando desde hace días de si realizar un viaje o no, pues económica y anímicamente no estoy en el momento más álgido, precisamente. Pero de repente lo tuve claro sin más, sin que se me acelerara el corazón siquiera me vestí y me fui directa a la agencia. Tengo el pasaje en mi mano. Unas amigas me esperan. Una experiencia me espera. No sé por qué ni para qué tengo que ir ahora, en este momento de mi vida, pero eso no me preocupa, pues lo sabré en cuanto vaya. Así de simple ha sido siempre.

5 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Pues mira, yo también soy muy intuitiva, hay veces que intuyo que algo va a salir mal, no hago caso a mi intuición, y luego me sale fataaaal.
Siento que estés mal animicámente, animate y haz el viaje, siempre es bueno cambiar de ambiente para relajarnos, y si es en Marbella mejor, así nos conocemos.
Yo de pequeña creo que también tenía esa facultad de la que hablas,aunque no lo recuerdo bien, pero sí sé que mis experiencias en mi niñez, me han ayudado mucho en la vida.
Te estas superando, cada vez te salen mejor las entradas,estás escribiendo de maravilla.
¿Es verdad lo que me has dicho en tu contestación anterior de que nunca has sentido las mariposas en el estomago?, lástima, poque si es así, no sabes lo que te has perdido.
No hay que ser tan cerebral, el cerebro nunca podrá mandar en el corazón, en corazón siente, el cerebro piensa y el alma ama con todas sus fuerzas.
Que tengas feliz viajes, nos comentaremos a tu vuelta.
Un besote.

Amiscamaradas dijo...

¿Quién ha dicho que no haya sentido mariposas? DINOSAURIOS, muchacha!!!! jajajajaja. Si además soy un poco descarada. No sé disimular cuando me gusta alguien, ¿para qué? Si veo que vale la pena, lo intento, aunque para que valga la pena.... Y mira tú por dónde, no me voy a Marbella pero sí a Sevilla, el mes que viene del 10 al 14. No me he organizado aún, ni sé qué sitios visitaré, depende un poco de las chicas con las que voy a estar. Si tengo oportunidad de conocerte te aseguro que la aprovecharé porque sin duda eres tod un tesoro. Bezazos y gracias por los ánimos.

DEMOFILA dijo...

Hola, guapa, ¡que yo ho he echado a nadie,que no soy rica!, soy una trabajadora como tú, y en mi casa trabajamos los dos a a una, a ver si queda claro.
Yo tampoco sé disimular, ni cuando me gusta nadie, ni cuando me cae mal una persona, en este caso pongo cara de perro rabioso, pero, claro, al estar casada tengo mis limitaciones, que son todas, porque a mi amorcito no lo traicionaría por nada del mundo, es un cielo.
Oye, si te gusta alguien, y puedes, aprovéchalo, que la vida es corta, dura lo mismo que un suspiro.
Si es verdad que vienes a Sevilla, te mando un email con mi teléfono, y, si quieres, nos ponemos en contacto, me gustaría conocerte personalmente.
Un beso muy, pero que muy gordo, hasta pronto, preciosa.

Amiscamaradas dijo...

Yo también estaría encantada de conocerte. Puedes mandarme tu email y teléfono a la dirección que aparece en mi perfil, jauladegrillas@gmail.com y dsde ahí podría hablar contigo, incluso vía msm por mi correo personal (se me ocurrió ponerlo en tu blog, pero lo eliminé)Mi viaje es especial. Estoy deseando hablar contigo.un abrazo

DEMOFILA dijo...

Menos mal, me he asustado al ver que habías suprimido el comentario, me ha dado como un vuelco el corazón.
Ahora estoy tranquila, te mandaré el emal mañana, es tarde, me voy al catre, a descansar, mañana hay que currar.
Yo también estoy deseando conocerte.
Un beso, descansa que tú también tendrás que currar.