lunes, 23 de noviembre de 2009

SENSIBLE Y SEGUR@

SENSIBLE1. Que siente, física y moralmente. 2. Perceptible, manifiesto, patente al entendimiento.3. Que se deja llevar fácilmente del sentimiento.

Muchas personas, en algún momento de sus vidas (especialmente esos momentos delicados en los que mente y corazón sufren) pueden llegar a una conclusión que seguramente a todos nos resulta familiar : "me gustaría ser menos sensible". Asociamos ser sensibles a ser débiles. Si nos ceñimos a las definiciones: sensible  como "aquel que siente" o como "que se deja llevar fácilmente del sentimiento" no implica ser un "blandengue", sólo se trata de aquel que tiene una cierta facilidad de acceder a los sentimientos, sean cuales sean, a veces tocan los "inofensivos", aquellos a los que no ponemos barreras a la hora de experimentar en toda su intensidad, y otras veces, tocan aquellos que parecen que nos parten en dos, pues si eres "sensible" a una cara de la moneda también lo serás para la otra.
 
Como tenemos el empeño de sacudirnos lo malo, ocultarlo, negarlo, taparlo, esconderlo porque el sufrimiento no gusta a nadie, ni a quien lo siente ni a quien lo ve, y parece que lo más rápido, lo más lógico es simplemente adoptar la actitud de dar la espalda a lo que se siente. Hacer como que ese peso en el alma, esa pena que por instantes lo llena todo sin apenas dejarnos un respiro, parece que nos ayuda a conseguir comerle terreno al dolor, limitarlo a un pequeño espacio donde nos afecte lo menos posible.Esta creencia tan arraigada nos mete de lleno en un profundo error: creer que actuando así, con nosotros mismos y con los demás, nos va a librar antes del malestar, y que cuanto antes aprendamos esa lección mejor estaremos preparados para los contratiempos en un futuro, simplemente es una falsa ilusión. Y de aquí surge ese deseo de no sentir, de no ser "sensible" porque si no, me expongo a tener la guardia baja, puesto que ya llegamos a la conclusión de que para no sufrir es mejor no sentir.
 
Desmitifiquemos a los héroes. Sólo los psicópatas ni sienten ni padecen. Ser fuerte no se trata de ser el mejor actor. No es fuerte quien niega lo evidente, sino quien lo trasciende, quien habiéndose caído de tanto "sentir" se levanta para seguir sintiendo, porque sabe que no se puede escapar de lo que nace en nuestro interior pero sí se puede aprender a llevar una carga con nosotros para luego liberarla con el tiempo, pues el que no tiene prisa para saber lo que siente, experimentarlo, reconocerlo, comprenderlo, sí que está invirtiendo en su propia fortaleza, observándose y dándose cuenta de todo aquello, que aún sintiendo mucho, puede soportar y traspasar. Hasta aquí parece evidente que es precisamente ser "sensibles" lo que nos hace verdaderamente fuertes. Ya que si somos sensibles a nosotros mismos primero, y luego a los demás, estaremos adquiriendo un conocimiento honesto que no se basa ni en la huida del dolor ni en el autoengaño, sino en descubrir cómo afrontar lo que nos afecta desde una perspectiva más realista, quizá más costosa, porque lleva su tiempo, pero a la larga, la única efectiva.


Lo que vale, cuesta. En este aprendizaje se puede estar la vida entera. Pero merece la pena perseverar en cambiar el mito de "ser menos sensibles" y sustituirlo por "ser más seguros". Hay seguridad en lo que se conoce, así que ¿por qué no emplear tiempo en conocernos nosotros mismos? pues tener la certeza de conocer lo que siento y no negarlo, me da seguridad. La seguridad de quien se permite ver lo que pasa para decidir qué va a hacer y cuáles son las mejores opciones. Es la seguridad de quien se conoce a sí mismo la que te permite ser menos vulnerable, sin dejar de ser sensible, la que te permite alejarte de sufrimientos inútiles, sin tener que engañarte cuando te toca la pena, la que te ayuda a distinguir los caminos más convenientes a transitar.
Y así, poco a poco, del conocimiento de uno mismo gracias a esa sensibilidad que nos presenta a nuestro verdadero ser y nuestro verdadero sentir, surge la seguridad que nos lleva ser valientes y cada vez más asertivos.

2 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Uuuuuuuuuuuuuuuuuaaaaaaaa, vaya entrada te ha salido, guapa.
Una entrada estupenda, de verdad.
Creo que no me puede meter en el saco de los débiles, soy bastante segura, y sé lo que quiero, cuando y donde lo quiero.
El último año fue malo para mí, con muchos problemas de enfermedades, y los encaré, con ayuda psicólogica, pero lo hice, y hoy veo la vida de otra manera, sufriendo se aprende a ver las cosas distintas, es como si volvieras a nacer, y disfrutas más de la vida, y de las pequeñas cosas.
Esa soy yo, creo que ya me conoces por mis escritos y poesías.
Lamento que no estés de acuerdo con mi entrada, sé que es un tema conflictivo, pero, como dices, hay que respetar las ideas de todos, yo, logicamente, respeto la tuya.
Lo único que siento en estos casos es la muerte de nonatos, que tienen derecho a la vida igual que nosotros.
Un besote guapisima, hasta la vista, y que duermas bien.

Amiscamaradas dijo...

Hola guaptonaa!Me alegra que te gustara la entrada. Con los días y leyéndote me he dado cuenta de que estás entre lo que yo llamo las chicas "todoterreno", pues son las personas que han sufrido las que tienen esa sensibilidad especial de la que hablo en la entrada. Imagino que esos problemas de salud te habrán hecho flaquear algunas veces, pero seguro que también te han fortalecido en otros aspectos. También es de valientes saber pedir ayuda cuando se necesita, así que chapó por haber recurrido a ayuda psicológica porque la verdad es que hay auténticos profesionales que día a día ayudan a las personas a salir adelante y es una labor preciosa que espero algún día poder llevar a cabo desde la medicina.
Yo también he tenido un año regular, pero teniendo en cuenta que el anterior fue peor...Tuve muchos problemas con la que ahora es mi ex pareja, eso empezó a afectar a mis estudios, mi salud y muchas veces hasta al trabajo, aunque fue el hecho de trabajar lo que muchas veces me impulsó a salir a flote. Ahora estoy consiguiendo por fin poner todo en su sitio, estoy curando viejas heridas y transitando ese camino de "autoexploración" para en un futuro ayudar a otras personas. Esa es mi vida.
Estoy muy contenta por tu visita y por leerte siempre desde el respeto y admiración.Un abrazo.