viernes, 4 de diciembre de 2009

APRENDER A SOLTAR.



Aprender a soltar es sin duda una de las tareas más difíciles de llevar a cabo, pero como todo lo que cuesta aprender, una vez hecho, merece la pena y se gana a cambio uno de los tesoros más preciados para el ser humano: la libertad.
La sociedad de hoy en día no nos enseña precisamente "a soltar", sino más bien todo lo contrario. Bien es sabido que a los que están en el poder (ya no sólo político, también hablo de las grandes empresas que controlan el mundo capitalista, metiéndonos por los ojos el afán consumista y tratando de convencernos a cada momento de que necesitamos algo para ser mejor), no les interesa que la gente sea "demasiado libre" o que "piense demasiado".
Aprender a soltarnos de esas ideas con las que nos bombardean quizás sea uno de los primeros pasos. Pero no sólo hay que buscar deshacerse del embrujo de apegarse a consumir cosas, pues no sólo nos "sugieren" aferrarnos a lo material, también desde el cine o la publicidad e incluso personas a nuestro alrededor, personas cercanas y queridas, y muchas veces desde la más ingenua de las intenciones, tratan de convencernos de las llamadas "renuncias por amor", de que las relaciones tienen que ser de una determinada manera porque sino no son verdadero amor, etc, etc,... En ocasiones, hasta alaban aquellas relaciones basadas en auténtica dependencia como relaciones auténticas y sanas, o porque simplemente han perdurado en el tiempo. Vuelvo a repetir: "aprender a soltar".

Para mí, no puede ser sano aquello que nos retiene. No puede ayudarnos a crecer aquello que pretende atarnos, condicionarnos o imponernos las reglas del juego de la vida. Todo aquello que busca someternos, que teme perdernos, que quiere conservarnos a toda costa, sólo consigue restarnos libertad. Y es muy difícil "no pasar por el aro". Cuando esos argumentos vienen de alguien a quien apreciamos podemos intentar justificar todo esto por una simple razón: no tener que hacer el incómodo esfuerzo de ver la decepción en los ojos de quien estimamos al responder con un rotundo "NO". Porque la libertad también hay que defenderla, no sólo de los enemigos, muchas veces también de nuestro círculo más cercano que aún no ha aprendido a "amar soltando".

Por descontado que aprender a ser libre también empieza por respetar la libertad de los otros, EQUITATIVAMENTE. De ahí lo de "aprender a soltar". Y curiosamente, quien más gana al hacer este trabajo, siempre es uno mismo. Porque ¿para qué aferrarnos a las cosas, circunstancias o personas? Eso sólo nos conduciría a sufrir inúltimente. Encuentro más estimulante confiar en nuestras posibilidades y saber que acabaremos por atraer lo mejor para nosotros mismos sin necesidad de asegurarnos nada. Es más gratificante ver que aquello o aquellos que nos acompañan en el camino lo hacen desde el placer y no desde la obligación, la dependencia o peor aún, desde la compasión.
Ser libres también nos hace fuertes y tremendamente humildes con la vida, pues nos ayuda a dejar de pretender para en su lugar, simplemente disfrutar. Aprender a soltar es aprender a fluir en la incertidumbre, y creo que no hay nada que dé mayor seguridad que esto.

6 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Uffff, vaya entrada que te ha salido, guapa.
Invita a reflexionar, y mucho, tratas de muchos temas con la palabra "soltar".
Tratas sobre consumismo, amor, dependencia, autoestima, seguridad, sufrimiento, no sé si se me olvida algo, pero creo que he recopilado todos los temas de tu entrada.
Hablemos del consumismo, del bombardeo de la publiciad engañosa para que consumamos. Yo he sido compradora compulsiva, sí, como lo lees, pero he logrado superarlo, con ayuda, muy buena, por cierto, pero lo he superado, ya no me conozco ni a mí misma, a veces ni miro los escaparates.
Los otro temas los podemos refundir en uno, LIBERTAD, libertad de actos, de sentimientos, no ser dependiente de nadie, saber decir NO a conocidos, desconocidos y familiaresm y otras muchas cosas más.
A mí a veces me cuesta decir no cuando me piden ayuda, en estos casos no puedo resistirme, y acabo por pringarme un poco en los problemas de los demás, pero eso me satisface, y me llena, me da felicidad y alegría poder ayudar a quien me necesita.
Eso es todo lo que he podido deducir de tu entrada, espero haberla interpretado bien.
Un besote, sigue adelante con tus entradas, te están saliendo de mravilla,

Amiscamaradas dijo...

Hola Demófila, guapa, muchísimas gracias por completar mi entrada con tu comentario. La has interpretado perfectamente. Quise utilizar el término "soltar" porque pienso que muchos de los problemas que tenemos en la vida diaria vienen precisamente de aferrarnos y apegarnos a cosas, situaciones o incluso personas porque no nos damos cuenta de todo lo válidos que somos por nosotros mismos, que en realidad uno mismo puede proporcionarse lo necesario para ser feliz sin depender de nada más, pues lo esencial siempre viaja en nuestra alma y no necesitamos más que conocerla, cuidarla y mimarla.
Esto que me cuentas de la adicción a las compras puede tener que ver con todo esto, corrígeme si me equivoco. Muchas gracias por compartirlo conmigo. Me alegro muchísimo de que lo hayas dejado atrás y lo hayas superado, como esa campeona que eres. Sin duda, después de pasar por cosas como ésta supongo que uno sale reforzado, y eso se ve en ti, porque desde tus palabras se entreve tu fortaleza.
Un abrazo, amiga. Estamos siempre por aquí.

DEMOFILA dijo...

Hola guapisima, me ha encantado tu comentario, como siempre, no me has fallado.
Ya sé que eres un poco novata en este mundo de los blogs, pero te manejas muy bien, cada vez lo haces mejor, de verdad.
Dices que cuando me ves, te viene como un aire de frescura, pues yo no soy nada fresca, más bien soy un poco caliente, me altero mucho, a veces, y tengo muy mal carácter cuando me provocan.
Efectivamente la amistad que hacemos en este mundillo, puede llegar muy lejos, espero que tú y yo lleguemos.
Si quieres que te comenten más, comenta tú más a lo demás, puedes pincharlos en mi blog, y te saldrá la página del blog, es un truquillo de los blogueros.
Bueno, es tarde, me voy al catre, que mañana hay que currar.
Un beso muy fuerte, hasta tu próxima ebtrada, o la mía.

Amiscamaradas dijo...

Hola Demófila, muchas gracias por el consejillo. Intentaré comentar a otros, aunque me da un poco de corte porque a veces tengo la sensación de que se conocen de hace mucho tiempo o incluso en persona y no quiero pecar de intrusa, jeje.
En cuanto a eso que dices que te alteras, jeje, yo te imagino y te veo puro corazón, pero todos somos humanos y hay que tener "sangre" de vez en cuando.
Por unos días voy a tener esto un poquillo abandonado pues viajo a Sevilla y voy a desconectar de todo, ¡hasta del ordenador! Pero amenazo con volver pronto, jeje.
Un abrazo fuerte, amiga.

Jorge Bs As dijo...

Gracias por tus palabras. Soy de Argentina. soy gay. estoy hace un mes tratando de soltar a quien crei que podia ser mi pareja. El me ha podido soltar e incluso pudo cortar completamente su comunicacion conmigo.Yo estaba feliz y no podia comunicarlo. Incluso caimos en varias discusiones donde yo me mostre despota e intolerante. Tengo 46 años y el 42. Me ha costado muchos años vibrar en sintonia con alguien, cuando lo encontre lo boicotie al punto que hace un me pidio primeramente tiempo y no pude darsel ni respetarlo, quede hasta incluso el dia de hoy aferrado al pasado , a los recuerdos y a su piel. El me ha dicho que soy muy autodestructivo y estoy empezando a ver que es muy cierto. Me apena mucho actualmente no tener una nueva oportunidad ni siquiera de dialogo. Espero que el tiempo nos vuelva a poner en sincronia, pero entiendo luego de leer tu entrada, que primero tendre que aprender a soltar y tambien mucho mas aprender sobre el desapego y encontrarme conmigo mismo cara a cara y crecer, todo esto me ha paralizado tanto que no puedo ni concentrarme en mi trabajo y me cuesta mucho todavia continuar. Un abrazo desde Buenos Aires. Jorge

Amiscamaradas dijo...

Querido Jorge, antes de nada muchas gracias por leer el post y dejar tu comentario, tan lleno de sentimiento y real, como la vida misma, pues muchos hemos pasado por esa realidad que has contado.

Siempre he pensado que la vida nos pone dificultades, a veces muy duras, y nos sentimos morir e incapaces de superarlas, pero la vida no nos pone nunca delante algo de lo que no podamos aprender y salir adelante. Nos llega precisamente aquella lección que necesitamos para salir reforzados y superarnos a nosotros mismos. No es tarea fácil, claro que no, pero me atrevería a asegurarte, que esta misma situación dentro de unos meses o un año, ya no te generará tanto dolor, podrás verlo con serenidad, extraer el aprendizaje y recordar los buenos momentos con cariño y sin nostalgia, porque habrás aprendido a soltar. El dolor de la pérdida es inevitable, pero el sufrimiento siempre es una opción, pues el sufrimiento proviene de un dolor que cronificamos por no querer soltar. Es el momento de permitirte tus emociones, de llorar cuando estés triste, de sentirte enfadado cuando así sea, de desahogarte con las personas con las que tengas confianza, en definitiva, dejar que el duelo siga su evolución natural, sin juzgarte, y cuando menos te des cuenta, lo peor habrá pasado y poco a poco volverás a ilusionarte con las cosas de siempre. Cuídate, mímate mucho, conócete y sólo después de este costoso y largo proceso, sólo entonces es posible que vuelvas a tener esa oportunidad de cerrar cuentas pendientes con la otra persona. Puede que él mismo se acerque si ve un verdadero cambio en ti, pero ante todo sé honesto y no intentes forzar el proceso sólo por volver a retomar contacto, sólo te engañarías a ti mismo. Te mando un fuerte abrazo y mucho, mucho ánimo. La humildad que muestras en tus palabras al reconocer en lo que has podido fallar es una buena señal, estás en el camino de superarlo.