miércoles, 6 de enero de 2010

SIN JUSTICIA.

Es curioso, pero ¿cuántas veces al día decimos aquello de “esto no es justo”?


“No es justo que fulanito tenga tal cosa y yo no”, “esto que me ha pasasdo es injusto”, “toda la vida preparándome para luego no obtener tal cosa, no es justo” y así una larga lista de frases que siempre reflejan lo injusta que es la vida, lo que tendríamos que tener y no tenemos, las frustaciones que guardamos porque nunca se hizo justicia con nosotros… ¿Pero qué hay de verdad en todo esto? ¿qué es la justicia? ¿quién dice qué es justo y lo que no? ¿nosotros? ¿el destino? Dios? (si fuera así, no querría ver su libro de reclamaciones)

La verdad es que la justicia no existe. Es un concepto inventado por el hombre para no responzabilizarse, para sentirse víctima, para cargar las culpas a otro, para no tener que aceptar la realidad, en definitiva, para no crecer.

Si miramos a nuestro alrededor nos daremos cuenta de que lo que es justo para unos, no lo es para otros, que hay gente que sufre sin que haya motivo aparente para merecerlo, que hay gente que no tiene nada y es feliz, mientras que hay otros que lo tienen todo y siguen quejándose del mal de la “injusticia”.

En África los leones cazan cebras ¿es eso justo para ellas, que no hacen mal a nadie? En muchos países los niños van a la guerra o son explotados en el campo laboral ¿es eso justo? Quizás el mayor creador de injusticias sea el propio hombre, que además se jacta de saber lo que es justo y lo que no, en un estúpido complejo de semidios muchos se sitúan en la posición de saber qué es lo que les conviene a unos y a otros, incluso hay gente que trabaja en el sector de la “justicia”, de la “injusticia”, diría yo, pues jueces y abogados muchas veces sólo buscan darle la vuelta a aquello que llaman ley.

Por supuesto que los grandes males son injustos. ¿Pero qué hay de los pequeños males? las pequeñas “injusticias cotidianas” Quizás las que más no afecten. El llamado “mira lo que me hizo fulanito…” Yo diría basta ya de tanta queja. Ocúpate de tu vida sin pensar que los demás te proporcionarán lo que es “justo” para ti. Deja de comparar lo que das con lo que recibes y de evaluar a los demás en función de lo que esperas de ellos, en vez de lo que te aportan sinceramente y sin pedir nada a cambio.

Propongo crecer de una vez. Aceptar que a veces ganamos y otras muchas perdemos. Que no hay tantas cosas bajo nuestro exclusivo control y que si nos arropamos bajo la manta de la justicia, nos quedaremos con los pies fríos, porque ésta, donde quiera que esté, no se quita el sueño por nuestros problemas. Repito, nuestros problemas.

De la misma manera, no podemos ser siempre “justos”. No somos Dios. Los seres humanos se equivocan, fallan, y muchas veces, si queremos ser dueños de nuestros actos, tendremos que aceptar que puede haber alguien a quien no le agrade nuestra decisión y que además nos tache de “injustos”. Como sé que la justicia no existe, me quedo con la opción de ser yo misma y aceptar las consecuencias de mis actos. Yo creo que eso ya es bastante.

2 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Hola, sabelotodo, ya he visto el comentario que me dijiste que me habías hecho en mi blog.
He leido detenidamente tu entrada de hoy, hablas mucho de lo que es justo y no lo es; de los males, de la felicidad, de los caminos a tomar en la vida, y al final dices que te quedas con la opción de ser tú misma y aceptar las consecuencias de tus actos.
¿Sabes?, ayer no te pude contestar, cuando leí lo que me escribiste, casi me puse a llorar.
Pero hoy, lo he leído detenidamene otra vez, y creo que también es justo que yo opte por ser yo misma y aceptar las consecuencias de mis actos.
Yo estoy muy contenta de ser como soy, pero ¿qué harías tú en el caso de no tener ningún recuerdo bueno de tu niñez y adolescencia?, eso es lo que me pasa a mí.
Cuando estoy más feliz y contenta, como en las últimas navidades, me vienen a la mente los tristes recuerdos que tengo de todo esto.
Pero en una cosa llevas razón, el dolor me ha hecho más fuerte, estoy muy segura de mí misma. y sé defenderme sola, a mí y a los demás.
Bueno, preciosa, ya me he calmado, no te enfades por mis palabras, solo son una explicación o contestación a tu consejo, que es bueno, y comprendo que lo hagas, porque sé que me quieres.
Me despido con un fuerte beso para tí, cogélo y llevátelo a la cara, verás como notas el amor de mi beso, amor de amistad, no vayamos a confundirnos.

Amiscamaradas dijo...

Hola Demófila, guapa. En primer lugar, ¿cómo me voy a molestar por tus palabras? Yo quiero que te expreses libremente y me encanta que seas sincera, así como yo también lo hago. Muchísimas gracias por tu cariño y tu beso (tranquila, que no me confundo, jajajaja)
Me preguntas qué haría yo en caso de no tener buenos recuerdos... ¿qué se puede hacer? Sabemos que no se puede cambiar lo que ya pasó y también sabemos que intentar olvidar es un error porque enterrar las cosas nos lleva al "Síndrome de la olla a presión" (al final explota y es peor), ¿qué hacer? ¿Aprender todo lo posible de esa experiencia? ¿Te parece buena opción? Ya sé que suena fácil y que en realidad no lo es, porque como bien dices, los recuerdos son traicioneros y nos vienen a la mente incluso en momentos felices, parecen que quieren aguarnos la fiesta a toda costa. Pero si vienen es por algo. La misma palabra lo dice "recuerdan" algo. No tanto lo que pasó, sino lo que estamos haciendo con lo que pasó. Y es que el dolor nos enseña, pero también hay que desahogarlo para que los recuerdos no nos persigan.
Quizás, esa parte de ti que ha sufrido sólo está intentando llamar tu atención para que la termines de soltar. Cuéntate tu propia historia las veces que haga falta, escríbela en un diario personal, habla con un amigo cercano, grítala en el campo, llórarala...termina de desahogar la pena. Se me ocurre pensar que después serás tú la que vuelva a tu pasado y no tu pasado el que vuelva a ti.Podrás tener esos recuerdos contigo, pero ya no provocarán en ti la misma sensación, los podrá contemplar desde la liberación, incluso desde la gratitud, porque ¿crees que hoy por hoy serías la misma persona si no hubieras tenido que pasar por todo lo que has pasado?

Espero con todo mi corazón que esto te sirva de algo. Es mi más humilde opinión y me atrevo a dártela porque, efectivamente,te tengo cariño y si puedo hacer algo desde aquí, lo haré, aunque pueda equivocarme. Coge lo que te pueda servir, y coge también este cálido abrazo que te mando.